lunes, 6 de agosto de 2012


Desde mi sofá de Ikea



Me encuentro aquí tumbado, en mi sofá de Ikea, leyendo el blog de mi queridísimo Alejandro.

Soy joven por fuera, aparentemente sano y alegre cuando me dejan.

Poco a poco me voy dando cuenta de las duras realidades que la vida tiene para mi y para la gente que me rodea. Es curiosa la sensación que llevo experimentando hace algunos meses, es como si empezara a abrir los ojos y fuera capaz de ver cosas que antes no veía. Soy capaz de ver dentro de mi cuando me como una pizza a domicilio y cuando desayuno copos de avena, soy capaz de ver la ignorancia de algunos y la bondad de otros... Pero como digo, soy capaz de ver cosas que no veía antes, pero sigo siendo incapaz de entender a los demás.

No entiendo como hemos sido capaces de llegar a ser auténticos ordenadores. Ordenadores programados para ser ciegos y seguir las pautas que nos marca gente que no conocemos.

No vemos la cantidad de tóxicos que comemos a diario encantados de la vida, no vemos como nos engañan los políticos más punteros, no vemos como nos engañan algunos médicos, no vemos como nos engañan los periodistas que a su vez son engañados sus jefes que tan amigos son de los políticos y médicos que nos engañan, no vemos nada.

Como decía antes, empiezo a ver cosas, aunque sigo siendo cegato. No es fácil cambiar la programación base que llevamos, y por supuesto no es fácil cambiar el mundo, pero, porque no intentarlo? Sabemos que no seremos capaces, pero poco a poco, luchando y uniéndonos, podemos conseguir que en algún futuro, la vida cambie.

Mi intención no es arruinar a Panrico ni a Bayern, mi intención es que se den cuenta de que nos tienen que cuidar. Cuál  es el problema más importante? la avaricia.

Trabajo en el mundo de la medicina, y sé que hay curas no regladas para enfermedades tales como el cáncer. A no regladas me refiero en este momento a medicinas que arruinarían a las principales farmacéuticas las cuales a su vez, ayudan económicamente a gentes de la política y a gentes de la medicina.

No hablo de otros campos porque no sé. Pero solo un cambio en la salud pública terminaría con la crisis de España en menos de 2 años, por no decir que no habría habido crisis.

En fin, mi conclusión de esta noche desde mi sofá de Ikea es, que sin quererlo somos ciegos y aun sabiéndolo, algunos quieren seguir siéndolo, y los que queremos por lo menos llegar a cegatos, nos chocamos contra insensatez.

Buenas noches a todos.

Fran.

2 comentarios:

  1. Tras un episodio familiar intenso por la retirada comercial de un antidepresivo, he vivido eso que sabía como realidad: cuantas personas dependemos ya no sólo del dinero si no, cuántas dependen de una pastilla y el estado en que se pueden quedar simplemente con dejar de suministrarla, con cambiarla por otra, por tomarla... No quiereo ser ciega pero en ocasiones me presupongo insensata, sin avaricia: mi conclusión de tu conclusión (mientras fumo) es que palabras como las tuyas son necesarias, palabras que, apesar de todo, pareces escribir con amor.

    Sara

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