EL CEREBRO HUMANO
La Corteza Cerebral junto
con el Lóbulo Frontal son los
agentes reguladores de nuestras vidas conscientes y son por tanto,
una distinción de nuestra especie, son el asiento de nuestra humanidad.
En la parte más externa
del cerebro, viviendo en un tipo de tratado incierto con los cerebros más
primitivos, está la Corteza Cerebral
que ha venido evolucionado desde hace millones de años. Esta corteza cerebral
es el punto de embarque con nuestro Ser, es el lugar donde la materia es
transformada en conciencia.
Esta Corteza, que comprende más de los dos
tercios de la masa cerebral, es la responsable tanto de la intuición como del análisis
crítico. Será aquí donde tendremos las ideas y las inspiraciones, será aquí
donde leeremos o escribiremos, será aquí donde hagamos matemáticas o música. Arte
y Ciencia viven aquí.
En la parte de delante de este cerebro humano está el Lóbulo Frontal, y es en ellos donde podemos determinar nuestro
comportamiento. Nuestra Intención o
nuestro Propósito, anticipar eventos
o donde comprendemos el futuro. Donde pensamos. Es el ejecutivo, el que
determina manejando La Intención o El Propósito. Aquí, en los lóbulos
frontales es donde pueden estar los medios que nos aseguren la supervivencia de
esta humanidad, si tuviéramos la sabiduría de prestarles un poco de atención.
Dentro de la Corteza Cerebral
está la estructura microscópica del pensamiento. El lenguaje del cerebro no es solamente
el lenguaje del DNA de los genes, sino que lo que sabemos, está codificado en las
células llamadas neuronas, pequeños
elementos activos. Cada conexión está representando un bit de información.
¿Cuántas neuronas tendremos cada uno de nosotros? Tal vez 100 billones! Un número
comparado con el número de estrellas de la galaxia vía láctea. Hay alrededor de
100 trillones de conexiones neuronales.
Esta intrincada red de neuronas ha sido llamada la “lágrima encantada”
donde millones de reacciones brillantes (luz) tienen un patrón disolvente. Durante
el sueño, el cerebro está pulsando, moviendo y dando brillo a los asuntos
complejos de la vida humana. Soñando, recordando, entendiendo las cosas.
Nuestros pensamientos, nuestras visiones, nuestras fantasías, tienen una
realidad tangible, física.
Nuestras neuronas guardan también sonidos y momentos de música. Orquestas
enteras tocan dentro de nuestras cabezas. El paisaje de nuestra corteza
cerebral humana está profundamente contorneada por las circunvoluciones del
mismo, existe una buena razón para ello: estas circunvoluciones, aumentan
enormemente el área de superficie disponible para guardar información, en un
cráneo de tamaño limitado.
El contenido de información del cerebro humano expresado en “bits” es
comparable con el número de conexiones entre las neuronas y la corteza, o sea
cerca de 100 trillones de bits (10 elevado a la 14), el equivalente a 20
millones de volúmenes de información están dentro de la cabeza de cada uno de
nosotros… “el cerebro es un lugar bien grande, en un espacio bien pequeño”.
Más abajo de la corteza están las
funciones por las cuales nuestros ancestros dependieron para su supervivencia:
agresión, cuidado parental, sexualidad, la disposición de seguir a líderes
ciegamente, muchas de las cosas que aún podemos reconocer en nuestras vidas
hasta ahora. De las funciones cerebrales superiores, algunas de ellas como
leer, escribir o hablar parecen estar localizadas en locales particulares de la
corteza cerebral. Por otro lado, cada memoria, parece estar guardada en
muchos locales separados del cerebro. Recuerdos antiguos están en muchos
lugares. Pero el cerebro hace mucho más que apenas recordar, compara,
sintetiza, analiza, genera abstracciones. Hasta el pensamiento más simple como
el concepto del número uno, tiene un esquema elaborado y lógico. El cerebro
tiene su propio lenguaje para testar la estructura y la consistencia del mundo,
más nunca vemos la maquinaria del análisis lógico sino que apenas sus
conclusiones. Hay mucho más que lo que precisamos descubrir y lo que los genes
pueden saber. Es por eso que la biblioteca cerebral posee 10.000 veces más
información, que la biblioteca genética. Nuestra
pasión de aprender es una herramienta para nuestra supervivencia. Y a
diferencia de las viejas encuadernaciones de nuestra biblioteca genética, donde
durante un siglo casi no ha cambiado una sola palabra, la biblioteca cerebral
está hecha de libros de hojas inconclusas, estamos siempre adicionando nuevas
páginas y volúmenes. Emociones, patrones de comportamiento, rituales, están
profundamente fijados dentro de nosotros, hacen parte de nuestra humanidad, más
ellos no son característicamente humanos, ya que muchos otros animales tienen
sentimientos similares.
Lo que distingue a nuestra especie es el pensamiento: La corteza cerebral es en cierta forma, una liberación. No precisamos quedar presos de nuestros patrones de
comportamiento genéticamente heredados de lagartos o babuinos (reacciones de
territorialidad, agresividad, establecimiento de jerarquías, patrones de
dominancia, etc.). Estamos aquí, cada uno de nosotros, con grandeza responsable por lo que la vida a puesto
dentro de nuestros cerebros, por lo que cuando ya, adultos, nos acabará
importando, interesando, manteniéndonos habidos de conocer y saber. No merecemos tener un cerebro
a merced del cerebro reptiliano, que nos ate al pasado. Podemos transformarnos.
LA MENTE HUMANA
Las diversas visiones del mundo de la mente y el hecho de que existan Estados de Conciencia que nosotros ni
presuponemos que existan, hace que surja
una metafísica diferente, una moral diferente. Si existen estados de cognición
a los que se logra entrar bajo ciertas secuencias de comportamiento, y
cualquier ser humano tiene acceso a esos estados, el mundo se nos convierte
distinto, sería un mundo mucho más rico, donde hay otras modalidades de
percepción, un mundo que da cabida a otra representación de la realidad, a
otras comprensiones.
El mundo es mucho más que estar vivos o estar despiertos.
¿Desde cuando en Occidente se pensó que el ser humano fuese por si
mismo eterno, infinito y absoluto (Plotino), si hasta hace 200 años las mujeres
no tenían ni alma?
Estamos en un proceso de cambio donde se nos están vertiendo nuevos
conocimientos que nos permiten acceso a
otras formas de vida y, si miramos hacia Oriente, nos damos cuenta de que ellos
poseen ciertos algoritmos comportamenciales que les permite una representación
de la realidad totalmente distinta a la nuestra.
Cuando la física cuántica se lanzo a la búsqueda de lo pequeño y llego
a la rotura de las partículas mas
ínfimas, alcanzo los átomos y continuo hacia los cuarks, consiguió estabilizar el comportamiento de las partículas
subatómicas de una manera simple.
Es por esto que nosotros necesitamos de unas ideas “simples” que nos
permitan analizar el comportamiento humano y poder trabajar con él.
Las cosas no son cosas sino que es la suma de eventos. Una gripe es la
suma de frio, fiebre, hambre y preocupaciones, al igual que un protón es la
suma de 3 cuarks o, un cuark más un anticuark. Una gripe puede estar formada
por infinidad de circunstancias al igual que una partícula puede estar formada
por infinidad de situaciones de los quarks llegando al resultado de que un
evento es la suma de varias historias previas.
En la India todo es lo que es, más mucho mas. Todo tiene infinitas
posibilidades, todo está formado por infinitas historias previas.
Es la suma de islas de conocimiento, más… mucho mas. Todo tiende al
infinito.
A pesar de que solo sea por curiosidad, indaguemos: ¿Quién soy, de
donde vengo y a donde voy?. Somos eso y mucho mas.
La primera frase del Tao Te King dice: “ El Tao es el Tao y algo mas…”
“Quien quiera saber algo del Tao, no esta hablando del verdadero Tao”
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